Como leer una playa desconocida IV - El mar

Por más que revisemos las predicciones meteorológicas desde casa, siempre nos podemos encontrar sorpresas, por lo que vale la pena al llegar a la playa observar unos minutos el mar antes de empezar a descargar el equipo.

Lo primero que hay que hacer al llegar a un playa es revisar el estado del mar, de él dependerá la jornada y la decisión sobre que especies buscar, según el estado que nos encontremos.

Nos podemos llevar la desagradable sorpresa de que esté demasiado fuerte para practicar la pesca que teníamos en mente y puede que nos interese comprobar zonas con espigones o cambiarnos a otra playa al abrigo de un puerto para encontrar aguas más tranquilas y no renunciar a la jornada.

Una vez que decidimos que la zona está practicable, junto con la observación de la orilla, conviene escrutar el agua en busca de pistas.

Lo primero que hay que hacer es localizar las corrientes, las veremos como estrechos carriles de agua de otro color que serpentean hasta la orilla, esto se debe a que llevan sedimentos, y hay un cambio de temperatura y salinidad entre el agua de la corriente y el resto del agua de la playa.
Junto con los sedimentos que veamos en la orilla, podremos interpretar si son corrientes de entrada o de salida.

Este punto es muy importante, toda corriente es un buen punto para colocar el cebo porque es una zona de paso de los peces, la razón es la comentada antes, lleva nutrientes que atraen a cebo de nuestro objetivo y al ser agua más fría va más oxigenada y por lo tanto les resulta más fácil y encuentran más comida accediendo a la orilla por ellas, siendo mi preferencia la de entrada, pero siendo ambas buenas opciones, la mayoría prefiere la de salida.
Otro factor a tener en cuenta es que cuando el oleaje de mar va a más, es cuando más remueve la de entrada y al contrario la de salida, nos puede interesar probar en una u otra en función del mar.

Otro punto que se puede observar, si las aguas están claras, son sombras en el fondo o manchas oscuras en el agua, que indican pozas, piedras o algas y pueden ser un punto interesante para poner las cañas cerca.
También se puede localizar una piedra grande si vemos que en una zona pequeña se levanta una ola sin motivo aparente, debajo hay una piedra o un montículo de arena seguro, seria interesante probar por esa zona.

Por último observar el comportamiento de las olas, fundamental para situar los escalones, que están donde se levanta la ola y donde rompe:

• Si estamos en una playa somera, veremos que la olas se levantan lejos de la orilla (a más de 120 m), van bastante separadas entre ellas y, cuando rompen, crean bastante espuma y avanzan muchos metros por la orilla.

• Si vamos a una playa profunda, veremos que las olas no se levantan mucho y lo hacen más cerca de la orilla (a menos de 100 m), van más juntas entre ellas y rompen casi en la misma orilla, sin recorrer demasiados metros.

El oleaje puede ser provocado por el viento o por el mar de fondo:

• Un oleaje provocado por el viento es fácil de reconocer, el mar se pica y aparecen "borreguitos" por toda la superficie. las olas se levantan, corren más y dejan más espuma que en condiciones normales.

•  El mar de fondo se reconoce porque el mar se infla y se ensucia, las olas son redondeadas y van más juntas de lo habitual, rompen con estruendo y tienen mucha fuerza de arrastre cuando vuelven hacia el mar.

Otro factor a tener en cuenta con las olas y relacionado directamente con el mar de fondo y los escalones de la orilla es donde se está dejando el sedimento que lleva la corriente, cuando mayor es el mar de fondo o el oleaje, más lejos se deja el sedimento, pudiendo estar a más de 200m, mientras que si el mar está plato puede estar a 40m.

Este punto es muy importante porque con un mar de fondo fuerte los peces estarán comiendo demasiado lejos para alcanzarlos.

Esto se ve claramente con el cambio de color del agua, es ese tono blanquecino de las aguas de la orilla en contraste con el azul del mar abierto, hay que intentar situar el cebo justo detrás de la línea donde cambia de color el agua, ya que es donde los peces estarán comiendo.

Del mismo modo que ocurre en la orilla, si vemos gaviotas nadando sin pescar o descansando en la orilla es indicativo de mal día.  Por el contrario, si las vemos atacando una zona concreta (las famosas pajareras), será indicativo de que se mueve un banco de peces por esa zona, conviene estar pendientes de ellas.


En resumen, ni toda la playa es igual ni da los mismos resultados, vale la pena perder 5 minutos al llegar a la playa para interpretarla, decidir a que especies le vamos a dedicar la jornada, en que zona de la orilla nos vamos a poner y a que distancia las vamos a buscar.

Con estas indicaciones podremos dar con zonas de mayor actividad y entender la razón de que muchas zonas concretas sean conocidas por dar mejores resultados.


Espero que os haya gustado esta serie de artículos y os sea de utilidad.